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lunes, 19 de octubre de 2009

La calidad en los alimentos

La imposición de reglas de juego cada vez más estrictas en el agrocomercio internacional involucra tanto a los productos alimenticios primarios como procesados, lo cual tiene serias implicaciones en los diversos procesos productivos, así como en las estructuras de las empresas agrícolas y agroindustriales.

La importancia de generar productos inocuos radica en la posibilidad de comercializarlos con un debido margen de certeza sobre su procedencia y calidad sanitaria, lo cual se traduce en un alto grado de confianza por parte de los consumidores hacia los productos que adquieren. Sin duda alguna, el trinomio Inocuidad – Calidad – Medio Ambiente marcan las reglas de juego para el comercio internacional agroalimentario actual (ALADI, 2000).

De acuerdo con la norma ISO 9000, la calidad es “el conjunto de propiedades y características de un producto o servicio que le confiere la aptitud para satisfacer las necesidades de los usuarios”. Sin embargo, con relación a la calidad en los productos agroalimentarios, la FAO considera que es una característica compleja que determina el valor y la aceptabilidad por parte de los consumidores. Por tanto, el aseguramiento de la calidad en los alimentos se basa en tres principios fundamentales: características propias del alimento, calidad de uso y servicio y calidad psicosocial o subjetiva.

La calidad relacionada con las características del alimento, se fundamenta en producir alimentos con calidad higiénica/inocuidad, calidad nutricional y calidad organoléptica.

Calidad higiénica/inocuidad: Garantiza la ausencia de microorganismos patógenos y ausencia de contaminantes químicos como residualidad de plaguicidas, metales pesados y micotoxinas.

Calidad nutricional: Asegura el aporte de los macro y micronutrientes esenciales en cada uno de los productos alimenticios, por los cuales son atractivos para el consumidor.

Calidad organoléptica: Garantiza la ausencia de defectos en sabor, consistencia, color y aroma por la acción de agentes físicos, químicos y biológicos.

La Calidad de uso o servicio, consiste en satisfacer necesidades explícitas del consumidor, resumidas en la facilidad de uso del producto, aptitud para su conservación y oportunidad del mismo.

La Calidad psicosocial o subjetiva, se encuentra definida en función de las necesidades del usuario, implícitas o explícitas, es por tanto influenciada por principios, valores, aspectos culturales, éticos y religiosos de los individuos. Dependiendo de estos aspectos, los consumidores pueden elegir comprar productos por las características relacionadas, no solo con los atributos del producto como sabor, apariencia, consistencia y olor, sino con los atributos del proceso relacionado con la producción, manipulación y procesamiento como son las Buenas Prácticas de Producción, Manufactura e impacto ambiental.